Desde la sede de la Asociación y tras las indicaciones de Gema, 16 participantes emprendían el camino de la Ruta a la Laguna de San Juan.
Nuestro pueblo es lo que tiene, que tarde o temprano, al principio o al final de cada recorrido, habrá que subir alguna cuesta, y así ha sido en esta ocasión también.
Tras ascender la calle principal, tomamos la Carretera de Chinchón sobre las 9 y media.
Por el camino de "Los Tintos" que ya hemos recorrido en varias ocasiones (a pie y en bicicleta), seguimos nuestro trayecto hasta llegar a Chinchón donde nos dirigimos hacia el cementerio para tomar un camino que nos llevó hasta la rotonda de entrada al pueblo y luego otro que nos condujo hasta la carretera de Morata.
Tras atravesar la misma, comenzamos un largo descenso por el camino de San Galindo hasta llegar a la vega y divisar por primera vez en nuestro camino el Río Tajuña.
Tras un pequeño descanso y la reparación de una de las bicicletas que había pinchado, seguimos el camino pasando cerca del Castillo de Casasola.
Más tarde atravesamos con mucha precaución la Carretera que une Chinchón con Titulcia, para seguir la ruta hasta la Laguna.
En este tramo nos cruzamos con bastantes ciclistas que al igual que nosotros aprovechaban un día muy propicio para la bicicleta debido al tiempo que tuvimos (ni frío ni calor).
Por fin, tras 18 kilómetros, ¡llegamos a la laguna!, una foto de grupo y a seguir subiendo con la intención de divisar el paisaje desde lo más alto.
Tras otra pendiente de aupa llegamos a una espectacular sima dicna de ver y un poco más arriba pudimos divisar unas vistas espectaculares de la laguna y su entorno.
Y qué mejor lugar que éste para hacer un descanso y comernos el bocata antes del largo camino de regreso.
Como habíamos anunciado, se ofreció la oportunidad de divisar aves a través de un telescopio pudiendo ver con detalle algunas de ellas.
Con las pilas recargadas (más o menos) emprendimos el camino de vuelta cambiando el trazado planificado para tomar otro camino más bonito que no conocíamos gracias a la sugerencia del corredor más veterano (y experimentado) del grupo.
Tras largas cuestas y llanos, llegamos a Chinchón muy cansados pero con las fuerzas necesarias para realizar la recta final del camino que nos condujo hasta Valdelaguna.
A las 2 del mediodía y tras 40 kilómetros (10 más de los previstos) llegamos de nuevo a la sede de nuestra Asociación, donde depositamos las bicicletas y la equipación que habíamos prestado a los participantes que ya nos han sugerido realizar otra ruta, de la que en breve informaremos.
En fin, que para la organización, ha sido un placer organizar y participar en esta ruta con todo el grupo.
Esperamos contar con todos en la próxima.
¡Nos vemos sobre ruedas!
