lunes, 3 de octubre de 2011

Gran día de bicicleta con la Ruta de la Encomienda

Parece que el verano se ha alargado, así que el domingo 2 de octubre tuvimos la suerte de disfrutar de una estupenda jornada de bicicleta. Se rompió la tendencia general, de que cada vez que organizamos una ruta en bici… llueve. Así que un concurrido número de personas nos juntamos una vez más para disfrutar de nuestros paisajes.
Entre el grupo había abubillos, chinchonetes y gentes de Madrid atraídos por las ganas de hacer deporte, la curiosidad de conocer el bosque de la Encomienda o por la tan esperada cata de vino. También nos acompañó Manuel, agente forestal de la comarca que conoce muy bien los caminos y el entorno natural de la zona.
Quedamos a las 9 horas en la nave municipal de la Calle Almendros para partir en bicicleta rumbo a Belmonte de Tajo. Como ya os imagináis, este trayecto fue fácil, casi todo cuesta abajo. Luego subimos hasta la conocida como Puerta de Valencia para coger un poco más arriba un camino que discurre en un primer tramo, casi paralelo a la carretera hacia Villarejo de Salvanés hasta llegar a la puerta de la finca “La Losilla”. Allí nos esperaba el guarda que tuvo la amabili-dad de acompañarnos por el interior de la finca. La atravesamos por el camino que tiene derecho de paso hasta la carretera de Villamanrique de Tajo, y en este tramo disfrutamos de un espléndido bosque de encinas y pino carrasco acompañado de sotobosque muy bien conservado (con jarillas, romeros, coscojas, etc.) y todo tipo de pajarillos, e incluso un águila ratonera. Esta zona forma parte del conocido como Bosque de La Encomienda, un enclave natural privilegia-do del sureste de la Comunidad de Madrid.
Los actuales propietarios de la finca han construido grandes estanques que albergan agua y gran cantidad de anfibios en su interior. Como curiosidad, des-tacar que sigue existiendo el rodal de planta del “palulú” que siempre ha aparecido en esta zona. En la Fuente de los Perales, pudimos descansar y disfrutar del paisaje.
Desde allí nos desplazamos de nuevo hasta Belmonte de Tajo para visitar la bodega de Andrés Morate.
En la bodega, que se sitúa en el camino del Horcajo, nos recibieron Loli y Andrés. Éste nos explicó, de forma muy sencilla y entrañable, la importancia de la agricultura ecológica y la sostenibilidad basada en mantener sanos nuestros campos para las generaciones futuras. Se mostró como un auténtico convencido de esta práctica tan necesaria para mantener nuestra salud, y la de los ecosistemas. Nos habló de la importancia de mantener sano el viñedo, sin productos químicos, a base de prácticas respetuosas basadas en abonos naturales, manejo respetuoso con el suelo, la fauna, las relaciones entre las personas y el campo... Se trata de no desarrollar prácticas productivistas basadas en la sobreexplotación de los recursos, si no en trabajar al “ritmo natural” de los agrosistemas. Algo así como “no explotar la gallina de los huevos de oro”. Pese a las dificultades, esta actividad familiar ha apostado seriamente porque toda su producción sea ecológica.
Nos ofrecieron una cata de sus cuatro vinos principales acompañados de unos picatostes. Lo cual dio lugar a un ambiente distendido con risas y preguntas a Andrés sobre su actividad, las curiosidades de las variedades de uva, su participación en mercadillos ecológicos, la forma de servir el vino, el tipo de barricas empleado, etc. A la salida de la bodega se decidió alargar la ruta de regreso hacia Valdelaguna por Colmenar de Oreja y Chinchón, donde parte del grupo se quedó, y el resto regreso al punto de inició.
Desde la asociación queremos mostrar nuestro sincero agradecimiento a las personas que nos acompaña-ron, a los agentes forestales de la comarca, especial-mente a Manuel, y a Andrés y Loli. Estas actividades nos dan la oportunidad de conocer gente que contribuye a que vivamos en un entorno más natural y más saludable para tod@s.
Asociación Rumbo Sureste

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