lunes, 31 de octubre de 2011

Interesante jornada con la Ruta por las Vegas

El domingo 30 de octubre nos atrevimos con una larga pero muy interesante ruta en bici hasta Morata de Tajuña.
Tras un pequeño tramo de tres kilómetros por carretera, tomamos la denominada “Vía Verde” que discurre por el antiguo trayecto de la vía del tren que llegaba hasta Morata desde Colmenar de Oreja, pasando por los términos municipales de Chinchón y Valdelaguna. Pasamos por el paraje conocido como Valdelaosa, en paralelo al arroyo Morata, hasta salir a la vega del Tajuña en todo su esplendor otoñal.
Disfrutamos conociendo rincones mágicos de puentes sobre el río, el impresionante tamaño de algunos nogales, los chopos, fresnos y olmos, el color de las huertas y frutales en otoño… hasta llegar al “Molino de la huerta de Ángulo”. Allí estaba José, un antiguo trabajador del molino que tuvo la amabilidad de contarnos muchas curiosidades, e incluso, poner en funcionamiento el mecanismo que hacía moler un saco de granos de avena en directo.
También nos contó la historia de este lugar, desde sus orígenes inciertos que podrían remontarse a 1000 años, hasta que se abrió como museo de la molienda en el año 2002, por el Ayuntamiento de Morata. Y es que este molino ha utilizado la fuerza del agua para mover los engranajes que han permitido moler diversos tipos de grano e incluso producir electricidad para los vecinos y vecinas de Morata, hasta los años 80.
Nos mostró el funcionamiento de los artilugios expuestos en el museo y nos explicó el vocabulario relacionado con los antiguos oficios y tareas de molienda. Por ejemplo: para limpiar el grano de piedras y otras impurezas se utilizaba una máquina llamada “cilindro de triar”o “desarvejador”. Para moler es imprescindible el “punto de rodadura”, una pieza que fue minuciosamente restaurada para hacer mover los rodetes y las grandes piedras de molino gracias a la fuerza del agua que se deja pasar a través de las compuertas abiertas. Las pesadas ruedas están talladas a partir de roca berrocal (granito) o pedernal (sílex). Se trasladaban gracias a las “cabrias” que son sistemas de anclaje o grúas que permitían mover las ruedas para picar sus muelas, es decir, ponerlas a punto a través del labrado de los surcos sobre la roca y que facilitan la molienda del grano.
José, también nos explicó el funcionamiento de una máquina llamada “cernedor centrífugo” que se utilizaba para tamizar la harina molida hasta 5 calidades; desde una harina más fina, hasta separarla del salvado o cáscara del grano que se utilizaba para alimentar al ganado.
Después de esta interesantísima visita, tomamos un aperitivo de chocolate de comercio justo para reponer energías y regresamos por el camino de la huerta del Peral en paralelo al río, hacia el término de Perales de Tajuña.
A la entrada a Perales, tomamos un atajo para llegar al camino del arroyo de la Veguilla de Valdelaguna. Finalmente, y con un último esfuerzo, llegamos al pueblo sobre las 14 horas para tomar unas merecidas cañas reponedoras de hidratos de carbono y charlar sobre las posibles próximas rutas… Os mantendremos informados…
Asociación “Rumbo Sureste”

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